Cada etapa de un plan de marketing tiene muchos niveles de complejidad. Como con cualquier objetivo, el plan es muchas veces la descripción de intenciones más simple. Incluso donde hay complejidad, poner el plan en acción es aún más complejo.
[Tweet “Una #campaña de #marketing no puede dejar de lado estos puntos básicos”]
Lo más básico de las campañas de marketing
Sin embargo, aunque las campañas de marketing efectivamente pueden tener complejidad, hay ciertas características con las que deben de contar. Los siguientes elementos son los más esenciales para las campañas de marketing, y pueden subdividirse aún más, pero los describiremos de forma general, con la idea de que cada empresa debe desarrollarlos hasta el final.
Tener un objetivo
El éxito no es posible si no se tiene una clara definición de lo que se quiere lograr. El objetivo puede ser algo tan simple como incrementar ingresos por 10% o que se quiere vender x cantidad de ciertos productos.
Usualmente los proyectos tiene más de un objetivo. Cada parte del proceso incluso puede tener sus propios objetivos, que definen el éxito o falla en esa etapa. Estos sub-objetivos se combinan para alcanzar el objetivo u objetivos principales y también deben revisarse de forma cuidadosa.
Pero siempre es necesario tener al menos un objetivo, pues de otra forma no se puede determinar si la estrategia de marketing triunfó o no.
Definir tu mercado
Parte del objetivo posiblemente se base en tu mercado. Entre más grande sea el mercado, más retorno se puede esperar. Pero independientemente de si se tiene un mercado masivo o un nicho, se necesitan definir de forma precisa sus características.
Tras seleccionar los puntos básicos de tu mercado meta, se necesita tener una lista de características comunes que esta población tiene. Estas características no serán tan universales como los puntos básicos, pero una de las etapas comprenderá determinar la frecuencia de esas características.
Aunque esto pueda parecer mucho trabajo, iniciar campañas de marketing sin una idea de las características cuál será el grupo objetivo sólo traerá problemas. Podría no alcanzarse a la población que se desea y, peor aún, alejar a la que se estaba buscando influir.
Venderle al posible comprador
Tras definir el objetivo y la audiencia, se necesita encontrar cómo vender el producto a este mercado. Para eso se necesita conocer las necesidades y lo que esta audiencia considera valioso. Una vez que se determina esto, se podrá decir a la audiencia que tu producto solventa esas necesidades.
Tu mensaje necesita ser claro sin ser terminante. Aunque esto último puede ser útil en algunas circunstancias, al presentar un producto el proceso debe ser discreto. Se quiere que el cliente compre porque reconoce valor en lo que le ofreces, no porque se siente presionado.
Usa múltiples plataformas de publicidad
Un producto o servicio actualmente no puede limitarse a una plataforma, sin importar qué tan ampliamente es usada. Aunque las campañas de marketing aprovechen uno o dos medios muy prevalentes, se puede perder algo de la población objetivo si se limita a pocas plataformas. Enviar el mensaje a través de varias maximiza el número de formas de que los prospectos encuentren tu mensaje.
Sin embargo, sí se deben priorizar las plataformas usadas. Si la audiencia usa con mayor frecuencia Facebook, Twitter y YouTube, ahí es donde debe estar el mayor esfuerzo.
Si no es posible al principio decidir un canal, se recomienda que como parte de las campañas de marketing se hagan pruebas en diferentes canales para verificar en cuál es mejor recibido el mensaje. Una vez determinado cuáles, en esos es donde hay que enfocarse.
Realizar seguimientos
Cuando la campaña de marketing ya fue lanzada, se deben rastrear los resultados de los diferentes componentes y el éxito en general de la campaña.
Una vez recolectados los datos, se pueden aplicar a siguientes campañas de mareting. Pero no sólo hay que reunir la información: se debe prestar atención a los comentarios y sugerencias. Aunque no todas puedan resolverse, hay que mostrar que se está escuchándolas y respondiendo al menos.
Cuando se logra una campaña exitosa también es válido seguir usándola. Aunque requiera ajustes, si la fórmula base funciona es aceptable reusarla. También de las campañas de marketing no exitosas se puede aprender para mejorar las futuras. La falla más grande sería no lograr aprender de lo que ya se aplicó.
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