Mucho se ha hablado sobre la transformación tecnológica enfocada en la infraestructura de la diferentes ciudades en Latinoamérica. Cada vez se escuchamos más y más el término “Smart City” – sin entender en realidad el significado de sostenibilidad y el futuro económico que esto representa.
Qué es una Smart City
Una Smart City o Ciudad Inteligente es un área urbana que posee sensores de todo tipo y que se encuentran conectados – e interconectados – en carros, semáforos, buses, el ambiente, etc. para recabar datos, analizarlos y utilizar los resultados para implementar métodos más eficientes en el sistema de transporte, plantas para la producción de energía renovable, hospitales y bibliotecas inteligentes, vigilancia contra el crimen, sistemas de información, etc.
Platicamos con Mónica Taher, accionista y Vice Presidenta de Negocios para Terbine, la compañía global líder en Big Data generada por máquinas, es decir, del Internet de las Cosas (IoT). Ella considera que el pilar más importante de toda Smart City es la movilidad, sin embargo, la columna vertebral de ésta es el Big Data, es decir, el análisis y lo que se haga con los datos recolectados por éstos sensores.
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Taher, quien radica en Las Vegas, se encuentra a la vanguardia de la transformación de dicha ciudad para convertirla en una Ciudad Inteligente antes del 2025. Muchas ciudades en Latinoamérica han empezado a dar pininos en el área del Big Data para lograr ésta meta. Un ejemplo es Medellín.
Por ejemplo, gracias al Big Data, una Ciudad Inteligente puede crear “luz inteligente” al armar un alumbrado público que genere datos para que las autoridades adapten el nivel de intensidad de la luz dependiendo de los cambios climáticos y que al mismo tiempo, ahorren energía. También con la generación de datos del IoT, se puede detectar de inmediato una inundación en los desagües en las calles y por consiguiente, se evitarían congestionamientos vehiculares. Con los datos recabados del tráfico, también se puede predecir la calidad del aire en una zona específica habilitando el concepto de “salud inteligente” mediante la información proporcionada de manera efectiva a la población.
La mayoría de la urbes en la región poseen problemas de congestionamiento: tráfico no sólo vehicular, sino también peatonal. De hecho, éstas metrópolis carecen de la suficiente inteligencia, es decir, la producción de datos que puedan proporcionar un verdadero entendimiento de cómo evitar accidentes, información acerca de la posibilidad que se abra un hoyo en las calles y carreteras antes que suceda, cronometrar la llegada y salida de buses y trenes, como informarle de inmediato a un motorista que se ha metido en sentido contrario en una calle e inclusive, contabilizar el número de vehículos que circula en una calle específica por día para regular el tráfico y la calidad del aire y la temperatura.
Taher explica que “el éxito de toda Smart City dependerá del tipo de liderazgo gubernamental que cada municipalidad o país tenga”. Es decir, cuanto se invierta en cada ciudad para ejecutar un plan concienzudo para cubrirla de sensores que puedan recolectar toda ésta información y formalizar un análisis para inferir soluciones de todo tipo. El utilizar el Big Data como eje central en la modernización de una ciudad conllevará a su desarrollo económico.
Por ejemplo, Medellín Digital, título otorgado a la ciudad colombiana, posee más de 50 programas de innovación patrocinados por el gobierno municipal. La ciudad posee “open data” y gobernanza transparente. Sin embargo, a pesar de la delincuencia que hizo tan famosa a ésta ciudad en los años 90, su gobierno ha logrado contrarrestar la violencia en un 80% gracias a la tecnología.
Mónica Taher: una mujer latina a la conquista del big data y el internet de las cosas
Otro ejemplo es su programa “Buen Comienzo”, el cual ofrece información médica vía wifi y acceso a computadoras localizadas alrededor de la ciudad a mujeres embarazadas. El acceso a ésta información jamás reemplazará la atención de un médico, pero para aquellas personas que no pueden pagar el costo de transportación por vivir en áreas remotas, éste es un programa beneficioso.
Una Smart City no significa colocar wifi, sino, interconectar todas sus máquinas a manera que intercambien datos (de máquina a máquina) y que sean analizadas por humanos o por Inteligencia Artificial (IA). Además de la Conectividad y Movilidad, toda Ciudad Inteligente debe agregar dos pilares más que incluyan la Seguridad (cámaras de vigilancia en todas las calles las cuales son monitoreadas por las policía 24/7, luces inteligentes, edificios automatizados, sistemas de emergencia, etc. y la Sostenibilidad que cuide del medio ambiente.
Sin embargo, es claro que Latinoamérica sólo podrá salir adelante tecnológicamente si sus mandatarios tienen la visión necesaria para minimizar la brecha digital e implementar programas innovadores que empujen su desarrollo económico.
Sobre Mónica Taher
Nacida en El Salvador, Mónica Taher se le ha conocido por su agresividad en la inversión en startups de blockchain, inteligencia artificial y cripto divisas en Estados Unidos y América Latina y usualmente comparte consejos de cómo crear riqueza a través de la tecnología y la innovación.
Usualmente se le ve en CNN proporcionando análisis sobre tendencias tecnológicas. En 2018, se desarrolló como Emisaria de Política Exterior apoyando la campaña política del ahora presidente de El Salvador, Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas. Actualmente, es accionista y Vice Presidenta de Negocios para Terbine.
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