Aunque muchas estrategias de marketing digital dejaron obsoletas las formas de venta que no seguían el camino de acompañar al cliente, seducirlos y vender; las más efectivas siguen apareciendo de vez en cuando sobre la mesa a razón de su extraña efectividad. Una de ellas es el outbound marketing, una forma tradicional de mercadotecnia que, hoy por hoy, se salta todas las reglas recurriendo a la venta directa, en frío y unidireccional, a través de publicidad por medios tradicionales, merchandising, email y más.
Pero, es mucho más lo que hay que explicar para entenderlo. Por eso, hemos preparado este post y todos los aspectos claves, sus ventajas y modo de uso.
¿Qué es el outbound marketing?
Quizás, la mejor forma de entender el outbound marketing es comparándolo brevemente con su contraparte, el inbound marketing.
Como sabemos, la técnica inbound enamora y acompaña al cliente en su viaje al consumidor a través de contenidos creados con un objetivo de venta y de crear relaciones a largo plazo.
Mientras tanto, el outbound prefiere ser directo y lanzar una amplia red de mensajes con el que esperan conseguir clientes repitiendo una y otra vez la misma comunicación. Dichos mensajes se hacen en frío y de forma unidireccional: llamados en frío, vallas publicitarias, correos electrónicos en frío, publicidad en radio, TV y medios impresos, folletos, ferias; es decir, desconocen si el cliente quiere o no recibir tal información, pero la envían de todas maneras. Una vez que se produce la venta, se produce a iniciar una relación con el cliente.
Aunque parece que el outbound marketing recurre solo a formatos publicitarios tradicionales, también se pueden ver en recursos propios de la publicidad digital, como los banners, pop-ups o anuncios insertados en videos.
¿Cómo se aplica el outbound marketing?
Para aplicarlo se toma a la venta como centro de la estrategia; por tanto, el outbound debe lograr que el producto o servicio llame la atención del cliente mediante la muestra repetida y directa de este. No importa si para esto deben interrumpir la actividad de la persona o desarrollar acciones en espacios en los que pueden no estar su público objetivo.
Los argumentos con los que se presenta suelen ser muy sencillos y escasos, incluso puede que no muestren ningún valor agregado al posible cliente. Su objetivo no es ganar conversiones o contactos, sino captar la atención, aumentar el reconocimiento de marca y su posición frente a sus competidores. Es por eso que las publicidades de las vallas eran tan cortas y simples.
Ejemplos de outbound marketing
- Anuncios en medios tradicionales: radio, TV y prensa escrita.
- Merchandising: publicidad en tazas, agendas, llaveros, franelas y más.
- Vallas publicitarias, carteles y más.
- Email marketing masivo
- Stands de venta directa.
- Folletos, publicidad a puerta fría o eventos.
- Banners en webs y redes sociales, anuncios pagos en ADS, anuncios en video en blogs o Youtube.
¿Cuál es el problema con el outbound marketing? Desventajas
La respuesta del consumidor frente a este tipo de marketing puede ser positiva o negativa, un completo azar. El posible cliente puede aumentar su conocimiento sobre la marca o rechazarla por completo por ser tan intrusiva. Y hay otros inconvenientes:
- Aunque se esfuerza por crear y transmitir mensajes a una amplia audiencia, puede que la mayoría no tenga ningún interés en recibirlo.
- Los prospectos suelen rechazar la publicidad intrusiva y los desinteresados ignorar el mensaje, reduciendo la efectividad del outbound marketing.
- Su naturaleza unidireccional no permite un feedback de los clientes potenciales, limitando su capacidad para medir resultados y comprobar si funciona o no.
- Dificultad rastrear el retorno de inversión (ROI)
- Lanzar una campaña de este tipo puede ser costoso y con resultados bastante lentos.
Mantente informado de las noticias más relevantes en nuestro canal de Telegram