La gran mayoría de los expertos en marketing coinciden en que no hay mejor manera de conseguir la sostenibilidad y el éxito de un negocio que colocando a los clientes o consumidores en el centro de sus estrategias. Lo que implica volcar gran parte de los esfuerzos en escuchar e interpretar todas las señales que éstos envían para conocerlos y, posteriormente, crear productos o servicios que satisfagan sus necesidades y expectativas actuales.
Cuántos tipos de clientes existen en marketing y cómo deben ser tratados
Saber diferenciar a los diversos tipos de clientes que existen en marketing en México es importante por tres razones principalmente: facilita la segmentación, mejora la comprensión de sus necesidades y optimiza las estrategias enfocadas a nivel nacional, a nuestras costumbres y hábitos. Entonces, sin más preámbulos, vamos a conocer siete tipos diferentes de ellos:
- Clientes habituales o fieles
Son los que habitualmente saben lo que necesitan y están 100 % seguros sobre cómo manejarse a la hora de seleccionar cualquier producto para realizar su compra. Estos visitan periódicamente las ofertas y definitivamente son los que sostienen el negocio.
¿Cómo tratar con ellos?
La técnica esencial es jugar su juego. Por lo que se debería optar por hacerlos sentir completamente cómodos u otorgarles un trato totalmente familiar; además de admirar sus conocimientos sobre determinados temas o sugerencias.
En caso de que no tengan información sobre algo nuevo que se está ofreciendo, se les puede sugerir una consultoría y brindarles nuevos datos que les hagan sentir importantes.
- Clientes indecisos
Siempre van a existir aquellos que son potenciales compradores, pero que no saben lo que quieren. Suelen hacer muchas preguntas o tienen muchas dudas.
¿Cómo tratar con ellos?
Lo ideal es identificar qué motiva sus indecisiones y, con base a ello, aclarar sus dudas (como se mencionó con anterioridad) y ofrecerles otras opciones, como un producto o servicio con cosas innovadoras que se adapte mejor a sus requerimientos.
- Clientes negociadores
Son aquellos que buscan productos (o soluciones) de calidad a mejores precios. Por lo que siempre buscarán la manera de convencer a los vendedores de que les ofrezcan algún descuento o promoción.
¿Cómo tratar con ellos?
Lo más importante al momento de trabajar con ellos es conseguir un trato justo; es decir, que ambas partes puedan salir satisfechas.
- Clientes de impulso
Son el tipo de clientes que asisten a la tienda (física u online) sin haber planeado comprar ningún producto o servicio en particular. Pero se dejan llevar por elementos como su calidad, precio, etc.
¿Cómo tratar con ellos?
Se les debe garantizar una experiencia fluida a lo largo de su recorrido, mostrarles la lista completa de los productos o servicios que se ofrecen para que puedan seleccionar algo idóneo y tengan ganas de volver a futuro.
- Clientes insatisfechos
Son aquellos que hicieron la compra de un producto o servicio que no terminó de cumplir con sus expectativas al probarlo. Y aunque no haya sido necesariamente en esa tienda, se lo hacen saber a los encargados o trabajadores.
¿Cómo tratar con ellos?
Se debe tener claro qué ofrece la competencia, para poder exponer en qué se diferencia el producto o servicio en cuestión. Y así, guiar al cliente en una mejor dirección.
- Clientes agresivos
Son los más difíciles. Siempre quieren una solución rápida y no aceptan respuestas negativas.
¿Cómo tratar con ellos?
Para trabajar con este tipo de personas, hay que ser muy equilibrados y pacientes. Ofrecerles la mejor atención posible y hablarles sobre las ventajas de los artículos o soluciones disponibles.
- Clientes conservadores
Son aquellos que prefieren mantener la discreción, requieren cosas que no son tan innovadoras y, por ello, no resulta nada fácil mostrarles nuevos métodos de venta; que incluyen tecnología.
¿Cómo tratar con ellos?
La paciencia es un factor determinante para trata con ellos. Hay que invitarlos a escuchar o facilitarles una experiencia sencilla, en la que puedan considerar aventurarse a algo más actual.
También es recomendable buscar puntos de encuentro e, incluso, ofrecerles pruebas gratuitas que les permitan vivir la experiencia para ver si luego se animan a comprar.
Imagen: Freepik
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