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Con casi 30 años de trayectoria en su haber, el conglomerado de medios de origen canadiense Vice Media, se declaró en bancarrota este lunes 15 de mayo, y presentó una lista de activos y pasivos de entre 500 y los 1.000 millones de dólares, según reza el comunicado. Un consorcio de 32 prestamistas tomará las riendas del negocio por 225 millones de dólares, aunque Vice se mantendrá activo durante todo el proceso.

El grupo realizó el pedido de forma voluntaria acogiéndose al Capítulo 11 de la Ley de Quiebra en el Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, lo que quiere decir que está solicitando al tribunal de quiebras que se le otorgue un período de protección contra los acreedores mientras reorganiza sus finanzas y encuentra una manera de seguir operando. Esta decisión facilitaría la venta del grupo, que según se estima, finalizará en los próximos dos o tres meses.

El nacimiento de Vice Media

Vice Media es una marca de medios de comunicación fundada en 1994 por Shane Smith, Suroosh Alvi y Gavin McInnes en Montreal, Canadá y en 1999 trasladó sus oficinas centrales a Nueva York, Estados Unidos. Su marca registrada siempre fue el tono irreverente y desenfadado, que desde un principio atrajo al público joven y urbano, convirtiéndose en un medio tentador para las marcas interesadas a llegar a ese target.

Si bien surgió como una revista alternativa, pronto fue sumando vídeos de estilo documental y más contenido con enfoque periodístico en las áreas de noticias, cultura, política, tecnología, música, moda y estilo de vida. Actualmente, el grupo es dueño de Vice News, Motherboard, Refinery29, Pulse Films, Vice TV y la agencia publicitaria Virtue, entre varios otros medios. Tiene más de 30 oficinas en el mundo y genera contenido gratuito en 25 idiomas.

En 2017, el grupo llegó a estar valorado en 5.700 millones de dólares gracias a una inversión de 450 millones de dólares por parte de la firma TPG Capital. Sin embargo, nunca salió a bolsa.

Dificultades financieras y rumores de excesos y maltratos

Las caídas estrepitosas en el mundo financiero suelen deberse a una suma de factores acumulados a lo largo del tiempo: malas rachas en la coyuntura social/económica/política, mala toma de decisiones, error de cálculos, problemas internos que trascienden lo económico, etc. En el caso de Vice, todos ellos existieron.

Los primeros problemas comenzaron hacia el año 2017, cuando el gran éxito del grupo y su rápido crecimiento llegaron a la cresta de la ola. A partir de allí, se generaron expectativas a futuro que no pudieron cumplirse. Los inversionistas apostaron todo a las redes sociales pensando que generarían una masa de fieles seguidores jóvenes, algo que no sucedió. De hecho, los medios empezaron a tener cortocircuitos con su público objetivo, que ya no se sentía tan identificado con los contenidos.

Así se ve hoy la página principal de la web de Vice.

También hubo un deterioro general de la situación económica y el mercado publicitario, lo que le dificultó a la empresa mantener los altos ingresos de las pautas (y los únicos que tiene, ya que su contenido es 100% gratuito). Paralelamente, se filtraron casos de abuso de poder, consumo de drogas y acoso sexual dentro de la empresa, sumado a celos y peleas internas entre los directivos.

Fue en 2019 que se hicieron públicos los problemas financieros de Vice, que declaró una deuda de 250 millones de dólares. Ese mismo año HBO dejó de colaborar con el grupo y el noticiero insignia de Vice que se transmitía a través de esa cadena, Vice News Tonight pasó a transmitirse a través del canal de cable del grupo, Vice TV.

Finalmente, en febrero de este año, la consejera delegada Nancy Dubuc dejó la empresa tras 5 años y a finales de abril se despidieron a más de 100 empleados tras el cierre del principal canal de noticias del grupo. Otrora quedó la gloria del 2016, cuando el programa era premiado por el nivel de sus coberturas, como fue la de la manifestación supremacista blanca en Charlottesville (Virginia) en 2017, o el Pulitzer que ganó en 2020 y los premios Emmy que le valieron algunos de sus trabajos.

Habrá continuidad de operaciones

Un grupo de prestamistas, que incluye a Fortress Investment Group, el principal acreedor de Vice, así como Soros Fund Management y Monroe Capital, forman parte de un consorcio de financiación que pretende pagar los 225 millones de dólares de la deuda para que así puedan continuar las operaciones.

La propuesta de los acreedores establece un precio mínimo para la empresa, aunque puede ser superada por otros posibles compradores si se presentan. En caso de recibir una o varias ofertas calificadas, el tribunal concursal llevará a cabo una subasta para determinar la oferta más alta y valiosa.

Los prestamistas también aportarán más de 20 millones de dólares en efectivo para financiar el negocio durante todo el proceso de venta. “Vice prevé que esta financiación, así como la tesorería generada por las operaciones en curso, serán más que suficientes para financiar su negocio durante todo el proceso de venta, que espera concluir en los próximos dos o tres meses”, aseguró la empresa.

Foto: Depositphotos.

 

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