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La característica más disruptiva de Bitcoin es su arquitectura descentralizada. Bitcoin está basada en una red P2P de computadoras que realizan transferencias de dinero. Cada parte de la red trabaja para crear nuevos bitcoins (‘minando’), manteniendo la red viva y validando las transacciones.

Todas las transacciones están registradas en la cadena de bloques que es usada para validar una transacción usando tecnología de criptografía: se asegura de que no puedas usar un bitcoin que no te pertenece o que se use el mismo bitcoin más de una vez. Esta última acción previamente requería un tercero, pero ahora no es el caso con bitcoin: la red reemplaza instituciones financieras y bancarias.

Las transacciones son casi en tiempo real pues la red es responsable de validar las transacciones. Actualmente se necesitan sólo 10 minutos para hacer que la transferencia sea aprobada.

Ya que no hay un tercero las transferencias son casi gratis. Los ‘mineros’ son los únicos que pueden ser recompensando por emitir nuevos bitcoins. También se colectan tarifas para integran una nueva transacción en la cadena de bloques, entonces validar una transferencia. Actualmente una cuota típica es de 0.0001 bitcoins por transacción.

La red de remesas, inmensa y moviéndose a lo digital

Las remesas eran un mercado de 582 mil millones en 2014, de acuerdo al Banco Mundial. La mayoría de ellas están dominadas por transferencias de países desarrollados a países en desarrollo. En 2014, China recibió 64 mil millones de dólares; India, 71 mil millones; Filipinas, 25 mil millones; México, 22 mil millones; Nigeria, 21 mil millones; Egipto, 17 mil millones; y Vietnam, 11 mil millones en 2013.

Hasta ahora la mayoría de las transacciones han sido a través de redes físicas; en 2014 sólo 5% fueron transacciones digitales. Estas redes como Western Union o MoneyGram  cobran altas cuotas para financiar su presencia local en todo el mundo. Una transferencia cuesta hasta 10% del saldo que se envía.

Pero conforme los teléfonos móviles aumentan en todo el mundo, incluso en países emergentes, las transferencias están cambiando a lo digital. Los servicios de remesas móviles/digitales están creciendo ya que ofrecen tarifas reducidas gracias a costos fijos reducidos (mantener una app móvil es más barato que operar una red minorista).

La mayoría de los operadores de remesas digitales afirman que son 45% más baratas que las redes físicas. Algunas de estas empresas operan bajo modelos P2P incluso.

Bitcoin permite varios modelos operativos

Pero incluso a través de lo digital, las remesas dependen de terceros: los bancos aún validan las transferencias bancarias de los que envía al operador de remesas y de nuevo a los receptores.

Bitcoin podría bajar aún más las tarifas gracias a su red descentralizada y a través de diferentes modelos:

  • Bitcoin completo: El remitente obtiene bitcoins que manda al receptor, quien puede usarlos directamente. Esto requiere que el dueño obtenga bitcoins, los cuales pueden obtenerse fácilmente en países desarrollados, gracias a los e-wallets e intercambiar las plataformas como Coinbase en Estados Unidos. Pero también requiere que el receptor los cambie a moneda común o que use bitcoins para pagar por bienes o servicios, lo que no es muy fácil hasta ahora.
  • De bitcoin a monedas corrientes: El remitente tiene acceso fácil a bitcoins que manda al operador de remesas, el cual los envía en moneda común al receptor. Este modelo considera que los países en desarrollo tienen un fácil acceso a carteras de bitcoin pero pagar con bitcoins es muy limitado.
  • De moneda común a moneda común: El remitente paga en su moneda local al operador de remesas, el cual lo manda en bitcoin, pero al receptor le llega en moneda común.

Algunas startups ya están operando en el mercado de bitcoin/remesas. Algunas de ellas son Transferwise, Abra, Rebit, ArtaBit, Coincove, las cuales funcionan en países como África, Filipinas, Indonesia y Latinoamérica.

Este tipo de situaciones es interesante. Sus ramificaciones son impredecibles, pero bien podría pensarse que al tener mayor acceso a remesas de forma digital quizá esto pudiera servir a futuro a que los receptores también pudieran usar esos recursos de forma digital, en eCommerce y mCommerce.

Riesgos y amenazas

Por supuesto, Bitcoin tiene riesgos y amenazas, como diversas entidades financiaras y bancarias buscando limitar y regular esta moneda. También es muy vigilada al ser vista como una forma fácil de tráfico y lavado de dinero.

Las empresas que operan transferencias por Bitcoin también tienen una aprobación para operar en mercados desarrollados, pues las instituciones financieras piden a cada actor que muestre que opera con procesos transparentes.

La criptomoneda en sí también ha sido muy volátil, con su valor pasando de unos pocos dólares al incio, a más de mil por cada moneda a finales de 2013 y ahora está en 230 por 1BTC. Esto es una amenaza pues necesitan cambiar rápidamente la moneda para asegurarse de no tenerlos por mucho tiempo y que ocurra un cambio en su valor.

Pero sin duda, Bitcoin es una buena opción, pues es un hecho que mucho dinero se pierde actualmente en el proceso, debido a las altas cuotas. Sería también algo positivo para la economía digital siempre y cuando se logren manejar sus riesgos y retos.

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